Por qué echamos la culpa a los demás, de nuestras Malas Relaciones

 A lo largo de mi carrera como coach, podría contar con los dedos de una mano las personas que al hablarme de sus malas relaciones, ya sea con su pareja, padres, hijos o compañeros de trabajo, hayan reconocido que posiblemente la culpa o parte de ella es por su actitud y forma de comportarse.

El resto, aseguran que la culpa es del otro:

1-No me entiende

2-No me escucha

3-No le importa como me siento

4-No me quiere

5-Es muy egoista

6-No tiene tiempo para mí.

7-Es muy machista / feminista.

8-La preferida es mi hermana.

9-Es que mis hijos han salido al padre.

10-Nadie me hace caso / No me entienden.

Y así podríamos seguir hasta llegar a 100, porque excusas hay a cientos, pero sinceridad y reflexión para reconocer que puede ser, que esta relación no funcione o no funcione como uno quisiera es porque uno mismo no hace todo lo que está en su mano para solucionarlo o simplemente reconocer que quizás la culpa está repartida y si ambos pusierais de vuestra parte la relación fluiría, son muy pocos los que lo admiten.

Si este es tu caso y tienes muy claro que la mala relación que tienes con esa persona es todo por su culpa, responde estas preguntas con sinceridad y vuelve a replantearte si todo depende del otro:

1-Cuando dices que esa persona no te entiende, ¿te has parado a pensar que quizás el o ella sienten lo mismo?

2-Si piensas que no te escucha ¿qué haces tu cuando el otro habla (pensar en qué le vas a responder, pensar que tu tienes toda la razón, echarle la culpa interiormente)?

3-Si no le importa lo que sientes, ¿por qué se queda aquí contigo aguantando el chaparrón?

4-Si crees que no te quiere ¿qué hacéis los dos discutiendo, será porque realmente le importas y está intentando buscar una solución?

5-Crees que él o ella es egoísta ¿y tu, te has dado cuenta que todo el tiempo hablamos de lo que tu piensas, sientes o quieres….en qué momento te has puesto en el lugar del otro y has valorado lo que piensa, siente o quiere el/ella?

6-Dices que la otra persona no tiene tiempo para ti, ¿y tu, cuánto tiempo le dedicas, realmente le dedicas todo el tiempo del que dispones y buscas más tiempo para compartir o estás esperando que sea el otro el que lo busque?

7-MACHISMO: A veces utilizamos esta palabra con mucha facilidad y no siempre la definición se corresponde. Según la RAE, “el machismo es la actitud de prepotencia de los hombres respecto a las mujeres” y yo añadiría que feminismo sería lo mismo pero a la inversa.

Por tanto la pregunta que debes hacerte es ¿cuál es mi nivel de feminismo o machismo en mi relación con esa persona? Quizás tu estes criticando una actitud al otro cuando la tuya tampoco es la adecuada.

8-Cuando hablamos de malas relaciones con la madre o padre, una de las excusas que más utilizamos es que “claro, como yo no soy la preferida/o”. Eso está bien cuando uno tiene 5 años, pero cuando alguien ya ha pasado de la veintena, la excusa queda invalidada, porque aunque pudiera ser cierto, estoy segura que tu tienes tantas o más cualidades que tu hermana/o que pueden hacer que tus padres se sientan orgullosos de ti, y cuando eso ocurre ¿quién es la preferida/o?

Deja de quejarte y cambia tu actitud, trátalos como quieres que ellos te traten, olvídate de las críticas ¿o crees que a ellos les gusta que saques siempre el mismo tema? Gánate su orgullo, hazte de querer, preocúpate por ellos y……. ¿quién es el preferido ahora?

9- Lo de “Es que mis hijos han salido a su padre/madre” es una de las mejores excusas que he oido nunca, y una de las más difíciles para rebatir, pero eso no significa que no se pueda solucionar/trabajar.

Cuando uno de los dos miembros de la pareja la utiliza, es porque la relación con los hijos no funciona como desearían y es tan fácil echarle la culpa al otro miembro de la pareja en lugar de cambiar nuestra actitud y trato con los niños…

La pregunta que debes hacerte es ¿Qué y cuánto estoy dispuesto a cambiar de mi forma de comportarme y mi actitud en general, para mejorar la relación con mis hijos? Olvídate de a quién se parecen, ellos son personas y como tales debes tratarlas, si puedes conseguir mejorar la relación con una amiga, por qué no vas a poder hacerlo con tu hijo al cual se supone que quieres mucho más…..¿Qué no haríamos por un hijo?

Pues aplícate el cuento y haz todo lo que debas hacer para mejorarlo.

10-Si la anterior era una buena excusa, esta es la segunda en el ranking. Cuando discutimos mucho con alguien o con varios y no conseguimos que nos den la razón, decir que no nos entienden o no nos hacen caso, es fenomenal, ya que así nos quitamos el problema de encima.

No es que nosotros no sepamos relacionarnos o seamos unos mal educados o antipáticos o poco empáticos……no, que va!!!

La culpa es de los otros que no hacen por entendernos o no se molestan en darnos la razón. Como te decía en el punto 9, esto cuando uno es un niño, tiene hasta gracia, pero cuando uno es adulto y lo que pretende es ser sociable y tener buenas relaciones con las personas que nos rodean, no podemos darla por válida.

Así que la pregunta que deberías hacerte es: ¿qué debería cambiar yo, para que mis relaciones mejoraran y dejara de echarle la culpa a los demás y esperar que ellos cambien, cuando yo ni siquiera me planteo que deba cambiar nada de mí mismo? 

Si has conseguido responder a las 10 preguntas con total sinceridad, vuelve a leerlas y reflexiona:

1. Te das cuenta que es muy fácil pedir a los demás que cambien cuando nosotros no nos hemos planteado en ningún momento que debamos cambiar (ser más asertivo, empático, simpático, etc.) o eliminar (ira, vergüenza, mal humor, negatividad) nada en nuestra vida.
2. Si tanto interés tienes en que tus relaciones mejoren, ¿por qué no haces algo, a parte de sentarte en el sofá esperando un milagro o quejarte todo el tiempo?
3. Has pensado que si en lugar de buscar todos los defectos y cosas negativas en las demás personas, te dedicaras a buscar todo lo positivo que tienen, ¿tus relaciones fluirían mejor y serían en consecuencia mucho más positivas?

Como dice el conocido refrán español: “Es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio”

Intenta quitarte la viga de tu ojo y verás como la pajita del otro, al final no era para tanto….

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